Caja Rural Central ha concedido dos desfibriladores a los ayuntamientos de Cox y Granja de Rocamora. El presidente de la Entidad, Manuel Ruiz Escudero, ha destacado la necesidad de estos aparatos, así como su utilidad para la prevención de accidentes cardiovasculares. El acto ha tenido lugar a las 11:00 horas en las dependencias del ayuntamiento de Cox. Francisco Cámara Hurtado, alcalde del municipio, ha presentado este acto y ha destacado la importancia de este servicio, cada vez está más solicitado.A su vez, ha querido agradecer a Caja Rural Central el apoyo que ha ofrecido a ambos pueblos. José Manuel Nadal, teniente alcalde del municipio de Granja de Rocamora, y Daniel Morera, jefe de policía del municipio de Cox, también han estado presentes en el acto.
La entrega de estos desfibriladores se concede a los ayuntamientos ya que son estos los que deciden la localización de los aparatos para que queden a disposición de los vecinos. Estos nuevos aparatos se suman a los que ya se encuentran en funcionamiento en los centros de salud, hospitales y consultorios. Cada uno de estos desfibriladores se ubicará en un coche de la Policía Local de cada municipio de manera que el servicio sea lo más ágil posible.
El presidente de Caja Rural Central, Manuel Ruiz Escudero, ha resaltado el interés de la Entidad en devolver en salud y en servicios la confianza depositada en la misma.En esta línea ha presentado la cesión de dos desfibriladores al ayuntamiento del municipio de Cox, financiados en su totalidad por la Entidad.
«Caja Rural Central se encuentra comprometida con el desarrollo cultural y social, y que mejor manera que contribuir a la aportación de estos desfibriladores» ha declarado.
La Entidad ha querido unirse a un proyecto pionero a nivel Nacional con el fin de apoyar el desarrollo e implantación de Desfibriladores Externos Semiautomáticos en lugares públicos.
Con esta iniciativa, la Policía Local junto con el Ayuntamiento de Cox y Caja Rural Central, contribuyen a consolidar el municipio como espacio cardioprotegido.
El número de muertes súbitas cardiacas ha ascendido notablemente en los últimos años. De hecho, un alto porcentaje de pacientes no llega con vida al hospital, lo que provoca un gran número de muertes en circunstancias extra hospitalarias. Del total de paradas cardiacas que se dan en España, menos de la mitad son tratadas e incluso los datos son peores cuando se trata de resucitación que les permita a los afectados regresar a sus hogares para llevar una vida normal tras el accidente.