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Un nuevo implante cerebral basado en microelectrodos intracorticales es capaz de inducir la percepción de formas y letras en una persona ciega
Importante avance el que ha conseguido un equipo de investigadores de la Universidad Miguel Hernández (UMH) y del que forma parte la Dra. Arantxa Alfaro, neuróloga del Hospital Vega Baja de Orihuela.
Este equipo ha logrado por primera vez que una mujer ciega desde hace 15 años sea capaz de percibir información visual mediante un implante cerebral basado en microelectrodos intracorticales, capaz de inducir la percepción de formas simples y letras en una persona ciega.
La doctora Alfaro ha explicado en los micrófonos de Radio Orihuela Cadena SER que la imagen visual se construye en el cerebro y “nos preguntábamos si estimulando el cerebro, utilizando nuevas tecnologías, podríamos evocar alguna experiencia visual y si era posible conseguir que una persona ciega adquiera, de nuevo, información visual”.
El estudio radica en un implante cerebral basado en microelectrodos intracorticales localizado en la corteza visual de una persona ciega. El dispositivo, de tan solo 4 milímetros de lado con electrodos de 1,5 milímetros de longitud, consiste en una pequeña matriz tridimensional de 100 microelectrodos que permite tanto la estimulación directa como el registro de señales eléctricas.
El sistema completo de estimulación incluye, además, una retina artificial que emula el funcionamiento del sistema de visión humana, situada dentro de unas gafas convencionales. Esta retina artificial capta el campo visual situado frente a la persona y lo transforma en trenes de impulsos eléctricos optimizados para estimular las neuronas de la corteza visual a través de la matriz de electrodos. Durante seis meses, los investigadores realizaron diferentes experimentos en los que la voluntaria fue capaz de aprender a reconocer distintos patrones con los que localizar objetos, reconocer letras e incluso llevar a cabo, con el entrenamiento adecuado, tareas más complejas que exigían cierta destreza, como jugar al clásico “Comecocos”.
Puede servir a otros investigadores de otros campos
Los resultados son alentadores, pero tan solo es el principio de una investigación que aún le queda camino, avanzará poco a poco y por eso no hay que crear falsas expectativas. Además, con estos resultados se puede hablar de que podrán ser extrapolables a otros campos de investigación.
“Esto es el principio y nos emociona ver que tenemos una persona que llevaba desde hace 15 años una ceguera absoluta pero su cerebro seguía activo y eso nos sienta unas bases de que el cerebro tiene potencial para recuperarse en alguna media. Entonces, aunque nosotros estamos trabajando en corteza visual, sabemos que estos resultados, quizá, podrían ser extrapolables a otras patologías y enfermedades crónicas” y, por tanto, “puede servir a otros investigadores en otros campos en el mundo”.
La doctora Alfaro ha destacado que ha sido un trabajo de equipo, de un equipo formado por personas de diferentes campos: médicos, biólogos, ingenieros, informáticos, físicos, en dónde cada uno ha hecho su aportación. Y sobre todo, ha resaltado la implicación de Bernadeta Gómez, la mujer ciega voluntaria en este proyecto, y bióloga.
Así, el grupo de Neuroingeniería Biomédica de la UMH, dirigido por el médico y catedrático de Biología Celular Eduardo Fernández Jover, ha contado con la participación de la Cátedra de Investigación en Retinosis Pigmentaria Bidons Egara de la UMH, el Centro CIBER de Investigación en Bioingeiería, Biomateriales y Nanomedicina, el Grupo IMED Hospitales, el Netherlands Institute for Neuroscience (Países Bajos), la Universidad Libre de Ámsterdam (Países Bajos) y el John A. Moran Eye Center la Universidad de Utah (EE.UU.).
El estudio ha sido financiado por el Programa Prometeo para Grupos de Investigación de excelencia de la Generalitat Valenciana, por el Instituto de Salud Carlos III, por el Ministerio de Ciencia e Innovación y por la Comisión Europea, dentro del programa H2020.