La asociación ROMÍ Vega Baja nace el 13 de junio de 2018 del impulso de un conjunto de mujeres gitanas que decide asociarse para mejorar la imagen social del pueblo gitano y así proporcionar la participación social, la igualdad de género, la conciliación familiar y la formación académica de los menores gitanos.
Primero, se curte en Almoradí pero tras el cambio de directiva deciden extender esta asociación a nivel comarcal para llegar a más personas. «En nuestra asociación hay mujeres, no todas somos gitanas, porque lo que queremos es la igualdad y acabar con los prejuicios que hay sobre la población gitana», señala la presidenta, Mariana Rodríguez.
«Tengo mi pequeña empresa y ahora, con 53 años, estudio Integración Social»
Esta asociación está formada, al fin y al cabo, por mujeres valientes y luchadoras, como es el caso de Mariana. Una mujer gitana que decidió trabajar como aparadora de calzado, eso le impulsó a crear su pequeña empresa y, en la actualidad, estudia Integración Social a sus 53 años y tres hijos. Además de un ejemplo de lucha y valentía, son también un ejemplo de que nunca es tarde para hacer lo que deseas.
Susi Aguilera también es otro ejemplo de coraje: «Soy mujer gitana y tengo una vida completamente normal como cualquier otra persona. Cuando llegué a EGB no quería estudiar pero en casa nos inculcaron que si no queríamos estudiar teníamos que trabajar, no podíamos estar sin hacer nada. Cuando empecé a trabajar me di cuenta de que quería estudiar y me saqué TCAE. Actualmente trabajo de ello en un hospital público y estoy opositando para conseguir mi plaza».
«Me siento privilegiada y afortunada de poder estar en la universidad porque sé que hay niñas que no pueden»
Y el ejemplo más joven dentro de la asociación es Sarabel Barrul, una joven de 20 años, universitaria y que se siente «privilegiada y afortunada por poder estar estudiando una carrera en la universidad porque miro a mi alrededor y sé de muchas niñas que no pueden estar ahí porque no tienen la oportunidad o las circunstancias no se lo permiten». Ella defiende que «hay que seguir luchando pero creo que las cosas han cambiado y mi generación lo tiene más fácil, porque yo he vivido lo que he vivido cualquier niña, he ido al colegio de pequeña, al instituto y ahora a la universidad».
«Yo soy soltera y no me he casado porque no me da la gana»
Esta asociación pretende romper con los prejuicios sobre la población gitana, especialmente hacia la mujer, que tradicionalmente ha estado socialmente vinculada al concepto de ama de casa: «Las personas gitanas muy mayores es cierto que mantienen esa mentalidad, pero las nuevas generaciones ya no y no por ello somos menos gitanas. Nos encanta nuestra cultura y nuestras tradiciones». Y a esto, Susi añade que «es necesario eliminar ciertos conceptos como lo de los matrimonios gitanos, no todas las mujeres gitanas tenemos por qué casarnos y menos de jovencitas. Yo estoy soltera y no me he casado básicamente porque no me ha dado la gana».
El próximo sábado, 11 de marzo, en el marco del 8M Día Internacional de la Mujer, la asociación colocará un stand informativo en el Ayuntamiento de Almoradí con biografías de mujeres gitanas cuyas historias son inspiración y habrá un espacio para que la gente escriba las frases que desee, luego se les obsequiará con unos bombones que portarán la bandera gitana. Desde la asociación explican que desean llevar a cabo diferentes proyectos en días señalados como el 8M o el 8 de Abril, que es el Día del Pueblo Gitano pero también, más allá de estas efemérides, trabajan en potenciar la autoestima de la mujer o en concienciar a los menores de edad, como por ejemplo, con una campaña contra el absentismo escolar.