Ante la situación provocada por el coronavirus, Caja Rural Central ha puesto en marcha una serie de medidas dirigidas a proteger a los empleados y a los clientes.
Aunque la atención en oficinas se mantiene, los empleados de la entidad pertenecientes a los colectivos de riesgo están teletrabajando y desde la entidad aconsejan a los clientes utilizar el cajero automático para realizar las operaciones más habituales así como el pago con tarjeta frente al uso de efectivo. En caso de que el cliente tenga que ir a su oficina, se seguirán las recomendaciones sanitarias, de salud pública y de distanciamiento social. Además, tienen disponibles la banca electrónica y móvil.
En cuanto a pymes, micropymes y autónomos, Caja Rural ha puesto a disposición una línea de financiación ágil y favorable que les ayude a gestionar su liquidez a medio plazo y sobrellevar este periodo. Se trata de una línea especial de préstamos personales para paliar los efectos que pueda tener el coronavirus en el tejido empresarial dirigida a los autónomos con facturación hasta 2 millones de euros y personas jurídicas con facturación de 2 a 10 millones de euros.
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Por todas partes escuchamos, que paguemos con tarjetas las compras que realicemos, con lo que estamos haciendo que los entidades de crédito se están «forrando» con nuestros disposiciones en los saldos, sobre todo cuando se necesita pagar algo a plazos con las tarjetas, pues nos cobran un 26% de un interés que se puede denominar usurario y como la mayoría lo necesitan, ellos se «hinchan».Así que: «Viva el Coronavirus bancario»»
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