Indemnización de 250.000 euros para la familia de un niño de dos años y medio fallecido tras sufrir reiterados errores médicos en el centro de salud Lo Marabú de Rojales y en el Hospital de Torrevieja en 2018. Esta condena la ha confirmado la Audiencia Provincial de Madrid y viene a refrendar una sentencia previa de un juzgado de Majadahonda.
Según informa Radio Alicante, la Asociación el Defensor del Paciente informa de esta sentencia de apelación con fecha 31 de marzo de 2022 que confirma la de un juzgado de Majadahonda que ya condenó en diciembre de 2020 a la aseguradora del Hospital de Torrevieja.
Explicación del caso
El menor fue diagnosticado por una gastroenteritis infecciosa el 18 de octubre de 2018. Seis días más tarde fue atendido por resfriado con febrícula y el 5 de noviembre padeció otitis externa con fiebre. Tres semanas más tarde, el día 26, fue diagnosticado de gastroenteritis aguda, tras ser atendido por fiebre y vómitos y una alteración en la marcha que no se hizo constar. Seis horas después, ese mismo día, se le trasladó a Urgencias del Hospital de Torrevieja, y tras un tac craneal y una punción lumbar, con una situación clínica de encefalitis falleció el 27 de noviembre mientras estaba intubado. La autopsia pediátrica dictaminó edema cerebral como causa de la muerte, debido a una encefalomielitis aguda diseminada.
La juez, de acuerdo con la prueba pericial, considera que hubo mala praxis por parte de la pediatra del centro de salud el 26 de noviembre, y que no prestó suficiente atención a los síntomas referidos por la madre del niño.
Según apunta Radio Alicante, ese día la madre explicó a su pediatra que el niño se encontraba peor, y en concreto que «flojo y no quería caminar ni jugar», síntoma ya evidente de posible ataxia, pero solo remitió al menor al Hospital de Torrevieja para realizar una analítica por «vómitos y nauseas» y sospecha de glucemia, «sin relacionar en ningún momento que el mal estado del niño y los síntomas descritos por la madre pudieran ser compatibles con la encefaliomielitis que padecía». Añade la juez que «tampoco fue acorde a la buena práctica, la atención médica prestada al menor en el Hospital de Torrevieja».
La perito concluye que «el retraso en la valoración de los síntomas, que eran evidentes desde el día 26 de noviembre, y el retraso en el tratamiento del edema cerebral fueron la causa del fallecimiento del niño, que pudo haberse evitado con una buena actuación médica».
Contra la sentencia cabe únicamente recurso de casación ante el Tribunal Supremo.