En la pedanía oriolana de Desamparados, el segundo domingo de mayo y la víspera tienen un significado especial: los parroquianos celebran «el santo de la Virgen». Desde la fundación de la Parroquia en 1782, esta fiesta ha ido acompañada de cantos en honor de la Virgen de los Desamparados y la ofrenda de una «enramá» como muestra de la profunda devoción de los parroquianos hacia su Patrona.
Con la celebración del Bicentenario de la Parroquia en 1982, la «enramá» pasa a ser un artístico tapiz o alfombra elaborada con pétalos de flores de diversos colores, dando forma a un dibujo según el diseño que se dibuja previamente sobre el suelo en la misma plaza de la iglesia.

Este año, el número que aparece en la esquina inferior de dicho tapiz es el 43, cifra que indica los años que viene haciéndose desde el Bicentenario de Desamparados.
La alfombra floral es el regalo que cada año ofrece el pueblo a la Virgen por el día de su «santo» y su elaboración tiene lugar al tiempo que, dentro de la iglesia, al pie del altar, los parroquianos y devotos van depositando sus ramos de flores en la ofrenda previa a la Eucaristía solemne, en la que el coro parroquial entona la popular «misa huertana».

Completado el tapiz de pétalos, en el que intervienen un buen grupo de devotos, la gente se va congregando hasta que las campanas dan las 12 de la noche. Comienza entonces la serenata a la Virgen con el canto de melodías populares y alguna que otra jota, abriéndose las puertas del templo para dar paso a la rondalla y a los numerosos vecinos que van llegando para felicitar a la Madre de los Desamparados.
El camarín de la Virgen permanece cubierto por un bocaporte que, al sonar los potentes acordes del órgano de tubos junto a las campanas y la pólvora, comienza a plegarse para mostrar la imagen de la Patrona. Es un momento de intensa emoción en que los vivas y aplausos a la Virgen se funden con las lágrimas en los rostros de quienes festejan a su Madre.
La serenata a la Virgen concluye invitando a los presentes a tomar un vaso de chocolate con mona. Hoy, segundo domingo de mayo, en toda la región se celebra la fiesta de Nuestra Señora de los Desamparados, Patrona del antiguo Reino de Valencia. Pero, en este pueblo que lleva el nombre de la Virgen, los parroquianos ya tienen su mirada puesta en el próximo tercer domingo de octubre, fecha en que tradicionalmente vienen celebrando sus fiestas patronales.










