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El Juzgado de Instrucción de Orihuela ha dirigido las actuaciones, llevadas a cabo por la Guardia Civil de Alicante, Murcia y Málaga
La Guardia Civil ha esclarecido el secuestro de dos jóvenes el pasado 30 de septiembre en la A7, entre Alicante y Murcia. La Guardia Civil ha conseguido detener a los presuntos secuestradores: cuatro hombres de nacionalidad marroquí de entre 25 y 35 años.
Los jóvenes asaltados, también de nacionalidad marroquí, fueron asaltados en la noche del pasado 30 de septiembre e introducidos en un vehículo en la A7, entre Alicante y Murcia, poniendo sus captores e inmediato rumbo a la provincia de Málaga. Durante el trayecto, otro vehículo ejerció funciones de vehículo lanzadera a fin de eludir cualquier control policial que pudiera frustrar sus pretensiones.
La voz de alarma la dieron en la provincia de Alicante la hermana y la madre de uno de los secuestrados, acudiendo a la Guardia Civil en busca de auxilio, tras conocer que tenían a su familiar encerrado en algún lugar desconocido y que, a cambio de su liberación, les exigían el pago de una exorbitante cantidad de dinero previa amenaza de acabar con la vida del rehén en caso de ser alertadas las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad.
Ante la gravedad de los hechos, inmediatamente se activó un amplio dispositivo policial formado principalmente por las unidades de la Guardia Civil de Alicante, Madrid y Málaga. Los rápidos avances de la investigación permitieron ubicar a los captores en una vivienda unifamiliar en Fuengirola y, ante la presión policial, decidieron liberar a las dos víctimas.
La familia de uno de los secuestrados pagó su rescate sin alertar a los cuerpos policiales
No fue hasta que se tomó declaración a uno de los secuestrados cuando los investigadores tuvieron conocimiento de que éste no había estado solo, ya que compartió cautiverio con otro amigo cuya familia optó por pagar el rescate sin acudir a los cuerpos policiales.
Durante su cautiverio, las víctimas apenas recibieron alimento y se vieron obligadas a hacerse sus necesidades encima, además de ser golpeadas y amenazadas con ser mutiladas e incluso asesinadas si no se hacía efectivo el rescate.
Una vez aseguradas las víctimas, se realizó la entrada y registro en la vivienda en la que habían permanecido privados de libertad. Allí se intervinieron los terminales telefónicos empleados para realizar las llamadas mediante las que se habían impuesto condiciones económicas para la liberación de los dos jóvenes. También se aprehendieron los dos vehículos empleados para la comisión de los hechos y dinero en efectivo, entre otros efectos.
Las actuaciones estuvieron dirigidas por el Juzgado de Instrucción nº1 de Orihuela y fueron llevadas a cabo por agentes de las Comandancias de la Guardia Civil de Alicante, Málaga, Murcia y de la Unidad Central Operativa. Así mismo, debido a la peligrosidad de los autores y la gravedad de los hechos investigados, fue necesaria la actuación del Grupo de Acción Rápida y de la Unidad Especial de Intervención para el aseguramiento de la vivienda y la detención de los autores.