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Hablamos con Javier Sánchez Portas, director de la Biblioteca Pública Fernando Loaces y Archivo Histórico de Orihuela en el Día de las Bibliotecas
Este 24 de octubre es el Día de las Bibliotecas. Esos lugares donde perdernos entre libros para descubrir mundos nuevos. Ante el avance de la tecnología y la programación de actividades en torno a la lectura y la cultura en general, las bibliotecas han dejado de ser ese sitio donde únicamente se prestan libros. ¿Podríamos decir que, actualmente, las bibliotecas están más vivas que nunca? Entre las bibliotecas, también hay diferencias, porque existen las municipales y las públicas del Estado. Estas son más antiguas y, por tanto, cuentan con una base de libros y archivos muy importante a nivel histórico, en comparación de las bibliotecas municipales. Hablamos con el oriolano Javier Sánchez Portas, director de la Biblioteca Pública Fernando Loaces y Archivo Histórico, de Orihuela, para celebrar esta fecha.
Para empezar, ¿saben cuál es la diferencia entre una biblioteca municipal y una pública? «Las bibliotecas municipales surgen a raíz de la desamortización, cuando se recogen los fondos de los conventos y monasterios, todos esos libros los coge el Estado y forma las bibliotecas públicas provinciales. Orihuela es una excepción porque, no siendo capital de provincia, tenemos una biblioteca pública del Estado porque el Colegio Santo Domingo tenía la biblioteca de la Universidad y la biblioteca del Colegio de Predicadores, como un fondo importantísimo, tenemos 20.000 libros anteriores al siglo XX. Entonces ese fondo hace que en 1863 esa biblioteca se incorpore a la Red de Bibliotecas del Estado, Públicas Provinciales y luego se transfirió a la Generalitat Valenciana en 1984 y dependemos a nivel de gestión de la comunidad autónoma. Entonces las bibliotecas municipales son mucho más recientes, empiezan a principios del siglo XX. En Orihuela hubo un intento de una pequeñita que era un quiosco muy pequeño en la Glorieta Gabriel Miró, en los años 30, en el momento de la República. Así que las bibliotecas municipales no son bibliotecas que tienen un fondo antiguo como tenemos las bibliotecas públicas, también dependen mucho del presupuesto del ayuntamiento, del personal… Y en el caso de Orihuela es un caso paradigmático porque como teníamos la Biblioteca Pública del Estado, el Ayuntamiento de Orihuela no había creado una biblioteca municipal, la creó hace unos diez años. Pero no solo eso, sino que siendo un municipio tan extenso debía dar servicio también a todas las pedanías, incluso a la costa, que tiene un montón de habitantes y además peculiares porque necesitan libros en varios idiomas», nos explica Javier.
«Las bibliotecas están más vivas que nunca porque han evolucionado, se han adaptado a la tecnología y ofrecen más actividades aparte del préstamo de libros, pero no viene gente, están perdiendo la costumbre de venir a una biblioteca»
Hoy en día, las bibliotecas han cambiado mucho «gracias a los sistemas informáticos las bibliotecas nos hemos adaptado al siglo XXI y hay unas actividades y unas posibilidades que hace 20 años no se tenían. Ahora hay ebooks, por ejemplo, incluso se puede hacer la lectura desde fuera de la biblioteca simplemente con ser socio de la biblioteca tienes derecho a acceder a libros, audiolibros, revistas que puedes descargar con el carnet simplemente desde casa, sin necesidad de venir a la biblioteca. Pero si vas a la biblioteca vas a tener cientos de volúmenes a tu disposición. Pero no solo eso, en nuestro caso no solo tenemos nuestros fondos bibliográficos, sino que al pertenecer a la Red de Bibliotecas Públicas de la Generalitat Valenciana tenemos el préstamo interbibliotecario y cualquier libro que quieras, lo podemos pedir. Además, si tienes especial interés o ilusión en leer un libro intentamos adquirirlo».
Sin embargo, y pese a la reapertura de las bibliotecas a niveles similares de prepandemia, el director de la Fernando Loaces asegura «que no viene nadie a la biblioteca. No sé si es que hay cierto rechazo o temor por la pandemia, o si internet ha captado todo, o si la gente se piensa que aún estamos cerrados, aunque nunca lo hemos estado del todo, porque durante la pandemia seguíamos prestando libros que manteníamos después en cuarentena». ¿Qué está pasando entonces para que las bibliotecas, y más estas que son edificios históricos, dejen de ser visitadas? Sánchez Portas cree que «hace falta que se fomente más la lectura desde los centros educativos. A penas tenemos visitas escolares. Es más, creo que los profesores son personas que deben estar en constante formación y sin embargo aquí no viene ningún profesor. Es muy importante que desde los centros se fomente la lectura y se conciencie de la importancia de contar en su ciudad con una biblioteca como esta, porque no puede ser que haya personas que viven toda la vida en Orihuela y no sepan los monumentos que tienen en su ciudad natal, por ejemplo».
Imagen: Biblioteca Pública Fernando Loaces y Archivo Histórico de Orihuela