Unos individuos han protagonizado una de las partes más feas de este apagón generalizado que, en la gran mayoría de casos, ha dejado ver la comprensión de la ciudadanía. Sin embargo, unos clientes en un restaurante de Catral fueron la excepción.
El restaurante Casa Anita estaba trabajando durante el apagón y decidió continuar atendiendo con lo poco que tenían: comida casera ya preparada y solo pagos en efectivo. «Explicamos la situación con total claridad desde el primer momento», inciden en un comunicado a través de sus redes sociales.
Aún así, tres clientes -dos hombres y una mujer- no comprendieron la situación. Según el restaurante en su comunicado: «entraron exigiendo lo que no podíamos ofrecer, faltando al respeto a nuestro equipo, insultándonos y amenazando. Montaron un escándalo en pleno servicio y, tras consumir parte del menú, se negaron a pagar y salieron corriendo del local».
El personal del local intentó detenerles para que abonaran al menos lo que habían consumido y respondieron con agresiones físicas: «Golpearon a dos trabajadoras, una de más de 60 años y otra de 26. Ambas presentan arañazos y moratones. Ya hemos interpuesto la denuncia correspondiente ante la Guardia Civil y contamos con pruebas en vídeo de todo lo ocurrido».