El servicio de lanzadera que la concejalía de Costa implementó el pasado mes de julio en la Playa Barranco Rubio ha sido un gran éxito. Más de 15.000 personas aprovecharon esta iniciativa que mejoró significativamente la accesibilidad a la playa. Con una media de 80 viajes diarios, el servicio permitió que numerosos residentes y turistas superaran las dificultades de movilidad para disfrutar de la playa de manera cómoda y segura.
El concejal de Costa, Manuel Mestre, ha destacado el impacto positivo de esta iniciativa y ha subrayado la importancia de ofrecer alternativas accesibles, especialmente durante la temporada alta.
Sin embargo, pese al éxito alcanzado, el servicio de lanzadera finalizó el 13 de agosto, dejando a los usuarios sin esta opción justo cuando la temporada estival está en su punto álgido. La decisión de limitar el servicio a un mes, según las declaraciones realizadas a este medio desde la concejalía de Costa, “se ha debido a las restricciones presupuestarias y contractuales, ya que se utilizó un contrato menor que permitió una rápida implementación, pero con una duración limitada”. Ahora, la concejalía, continúa a la espera de la aprobación del contrato menor de reparación del ascensor averiado por parte de la Concejalía de Contratación.
No obstante, Mestre también se ha pronunciado en respuesta a las críticas recibidas por parte de la oposición, en particular de la exconcejal de Ciudadanos, Luisa Boné. El edil de Costa ha señalado que «es llamativo que se permita el lujo de criticar cuando el ascensor lleva roto alrededor de dos años, momento en el que el grupo municipal dirigía la concejalía».
Los ciudadanos, a través de las redes sociales, han expresado su descontento por la interrupción del servicio en plena temporada, cuando las necesidades de accesibilidad y transporte siguen siendo críticas. Aunque la concejalía reconoce la demanda y el impacto positivo del servicio, los procedimientos administrativos y la falta de planificación a largo plazo han impedido extender su funcionamiento.
A medida que la época estival continúa, la falta de un servicio de lanzadera activo ha dejado a muchos usuarios sin una solución viable para acceder cómodamente a la playa. Esto pone en evidencia los desafíos burocráticos y la necesidad de una mejor planificación para garantizar que servicios esenciales como este no se vean interrumpidos en momentos clave.