La Vega Baja lo tiene claro. La Generalitat Valenciana tiene una deuda pendiente con la comarca de la Vega Baja. Un 84% de los internautas piensan que desde que se aprobara el Estatuto de Autonomía en 1982 el gobierno autonómico no ha destinado las suficientes inversiones a nuestra comarca. Que en el año 2018 la conexión del interior con la costa siga siendo una carretera “tercermundista”, sumado a la falta de infraestructuras sanitarias si nos comparamos con el Bajo Vinalopó ha llevado a los participantes de la encuesta a votar la opción mayoritaria.
Tampoco ayuda que la política lingüística del actual Consell haya tenido la intención de imponer el valenciano en una zona castellanohablante o que se pretenda cuestionar la capitalidad del sector agroalimentario de la Vega Baja en detrimento de Elche.
El hecho de sentirse valencianos no es algo que se cuestione en la comarca pero determinados gestos y políticas que desde el Palau se han llevado a cabo en los últimos 36 años han producido un cierto sentimiento de desencanto en los ciudadanos que vivin al sur del sur de la Comunidad Valenciana.