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El Ayuntamiento ha requerido al Obispado que actúe de forma urgente sobre el inmueble tras los últimos desprendimientos
Se ha perdido la cuenta de los años en que el estado de la Iglesia de San Agustín en Orihuela resulta de gran preocupación por el riesgo de desprendimientos que puedan causar alguna desgracia a los viandantes, ya que se trata de una zona muy concurrida a diario por estar anexa al colegio Jesús María y junto al Instituto Nacional de la Seguridad Social.
Apenas una malla en la zona de la torre de la iglesia ha sido la medida contemplada hasta el momento y que no ha evitado que se haya producido caída de cascotes en la vía pública en varias ocasiones. El último desprendimiento tuvo lugar el pasado 22 de enero debido a las fuertes rachas de viento registradas y que obligó a la Policía Local a cortar la calle al tráfico desde la calle San Pascual, lo que está ocasionando un caos circulatorio, sobre todo a primera hora de la mañana, coincidiendo con el inicio de la jornada escolar y laboral.
El cierre al tráfico de este vial, uno de principal acceso al casco urbano, está ocasionando un taponamiento de vehículos importante en varios puntos de la ciudad que por las características del ordenamiento en la señalización te obliga a realizar grandes rodeos para llegar a tu destino.
¿Hasta cuándo estará cerrada la calle?, pero lo más importante, ¿Cuándo se pondrá solución al estado de la iglesia de San Agustín?
Ahora mismo el Ayuntamiento de Orihuela, a través de la concejalía de Patrimonio Histórico, se encuentra en fase de negociación con el Obispado para que el inmueble pase a titularidad municipal, mientras tanto es el Obispado el que tiene solucionarlo, pero ha de hacerlo de forma urgente ante la situación actual. Así se lo ha requerido el consistorio desde la concejalía de Urbanismo que le da un plazo de 10 días para actuar y otros 5 días más para presentar un certificado técnico con las medidas que va a adoptar para rehabilitar y mantener el edificio. De lo contrario será el Ayuntamiento quien ejecute de manera urgente y subsidiaria las medidas de seguridad sobre la fachada y torre de la iglesia, exigiendo el pago posteriormente.
En el decreto firmado por el edil del área, José Aix, se exige al propietario del inmueble que “de manera urgente ejecuten medidas necesarias como colocación de redes, andamio con bandeja protectora, retirada de los fragmentos de cubierta sueltos y la vegetación existente en las cornisas y cubiertas, así como eliminar o afianzar cualquier elemento de la torre que esté en riesgo de caída a la vía pública en el perímetro de las dos fachadas”.
Asimismo, el segundo requerimiento es que tendrán que acometer, en virtud del deber de conservación contemplado en la Ley 5/14, de 25 de julio, de la Generalitat, de Ordenación del Territorio, Urbanismo y Paisaje, de la Comunidad Valenciana (LOTUP), y en la Ordenanza Municipal Reguladora de la Inspección y Conservación de Edificaciones, las obras de mantenimiento y rehabilitación necesarias en el mismo.
Mientras no se actúe, la calle seguirá cerrada.
