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En este 30 de noviembre, Día Internacional del Influencer, hablamos con la oriolana Alejandra Martínez, más conocida como Ale McSeven en su perfil de Instagram, donde cuenta con un ejército de 140.000 seguidores interesados en contenido su lifestyle
Alejandra Martínez, natural de Orihuela, es madre, profesora e influencer y atiende a Vega Baja Digital en este 30 de noviembre, Día Internacional del Influencer, para poner en valor lo que considera que es «su segundo trabajo» y para reivindicar la profesionalización de los generadores de contenido en redes sociales.
– (Pregunta) ¿Qué importancia tiene el Día Internacional del Influencer para poner en valor lo que ya se considera a día de hoy como una profesión o un trabajo?
(Respuesta) Me parece genial que se haya profesionalizado. Al fin y al cabo es un trabajo como otro cualquiera aunque el principio la gente lo veía como una forma fácil de ganar dinero haciendo publicidad para marcas pero no es tan fácil. Es estar detrás de las cámaras, creando un contenido de calidad y creativo, algo que no todo el mundo es capaz de desarrollar.
– (P) Eres generadora de contenido en Instagram, dentro de esta red social, ¿cuál es tu público objetivo?
(R) Yo empecé sin planteármelo realmente. Siempre me ha gustado el mundo de la moda y empecé a compartir mis looks, mis gustos, mi día a día… y poco a poco se fue creando una comunidad de seguidores que son muy fieles. Eso es muy importante, sin esas personas el talento del influencer no importaría. Hay que ser perseverante, generar contenido que le interese a tu audiencia, teniendo en cuenta el tipo de personas que te siguen, sus edades…
– (P) ¿Qué intereses tienen esos seguidores fieles que comentas? ¿Qué les ofreces?
(R) Mi red social se basa en life style, que es moda, decoración y también comparto mi maternidad intentando mostrarlo siempre desde la naturalidad. Soy madre de dos niños, maestra de profesión pero desde hace un tiempo el trabajo de creadora de contenido ha ido aumentando. A día de hoy, generar contenido en redes lo considero mi segundo trabajo.
Por eso, me he pedido una reducción de jornada porque el trabajo en redes se ha disparado y necesito tiempo para atender y crear ese contenido.Trabajo con una agencia desde hace dos años que son los que hacen las gestiones con las marcas con las que trabajo. Hacen ese “trabajo sucio” de gestionar emails, facturas y esas cosas, para poder tener más tiempo.
-(P) Ser influencer implica estar mucho tiempo presente en el mundo digital. ¿Es un trabajo muy esclavo en ese sentido?
(R) Sí, es mucho tiempo. No desconectas. No es como tener un horario de 9 a 15 horas, siempre tienes que estar actualizándote. Saber utilizar todas las herramientas de Instagram para estar a la última. En el momento en el que te relajas Instagram te castiga y no muestra tu perfil. Son números que son importantes de cara nuestros clientes para ver cómo funcionamos y así se crean nuestras tarifas.
-(P) Esta exigencia que comentas, ¿hasta qué punto te ha desgastado?
(R) Desgasta. Me exijo demasiado, intento mejorar en fotografía o en edición de fotografía pero al tener dos niños pequeños, mis tardes a partir de las 16 horas no puedo hacer más. Me tengo que organizar para llegar a todo. Es frustrante a veces porque ves cómo otras cuentas van creciendo, aparece gente nueva, y los que estamos desde hace años tenemos que ponernos las pilas. Estoy agradecida a mi comunidad porque me están dando trabajo a mí. Así que aunque sea frustrante y tenga días de decir «lo dejo todo», me compensa.
-(P) ¿Por dónde pasa tu futuro? ¿Te ves dedicándote al cien por cien a tu Instagram?
(R) Ahora mismo estoy llevándolo bien. Desde septiembre lo compagino con labores de profesora en un colegio pero no descarto que, viendo que la actividad de Instagram está yendo a más, a lo mejor pida un tiempo de excedencia en un futuro y dedicarme exclusivamente a las redes sociales. Eso sí, de momento lo llevo bien y las dos cosas me encantan.