El pasado 2 de abril, la Guardia Civil de Torrevieja, descubrieron un bar que continuaba con su actividad hostelera de manera clandestina, dejando pasar a clientes y con la persiana medio bajada, a pesar de la prohibición del estado de alarma.
Tras varios avisos de vecinos de la zona, los agentes comprobaron los hechos cuando observaron cómo un hombre de avanzada edad, que paseaba un perro, se posicionaba frente a la puerta del bar y, tras comprobar que no hay ningún tipo de agente de la autoridad en las inmediaciones, da con su pie dos golpes a la puerta. Una persona le abrió desde el interior y bajó de nuevo la persiana cuando el hombre entró. Los agentes accedieron al local uniformados y comprobaron que el cliente estaba consumiendo, incluso estaba la botella encima de la barra y la cafetera encendida.
Como consecuencia de ello, tanto el propietario del bar como el supuesto cliente del mismo fueron propuestos para sanción, por no respetar las restricciones de movilidad dictadas en el Real Decreto del Estado de Alarma.