Los Juzgados de Aguas de Rojales y Guardamar del Segura han dado un paso importante para preservar su legado histórico. Recientemente, celebraron una reunión para iniciar los trámites que buscan su declaración como Bien de Interés Cultural (BIC) Inmaterial. Esta iniciativa cuenta con el respaldo de Magdalena Martínez Almira, catedrática de la Universidad de Alicante y experta en regadío tradicional y Derecho andalusí.
Estos juzgados, que tradicionalmente son presididos por los alcaldes de sus respectivas localidades, buscan proteger su funcionamiento y conocimientos ancestrales relacionados con la gestión del agua. La propuesta se ha extendido a otras entidades seculares de la Vega Baja, con el objetivo de presentar una solicitud conjunta.
La importancia de estos juzgados radica en su papel en la gestión del agua, un recurso vital para la región. Gracias a sus prácticas y conocimientos de origen andalusí, han permitido el mantenimiento de una agricultura sostenible, donde el agua del río Segura se aprovecha al máximo.
Los Juzgados de Aguas representan a las comunidades de regantes, y su función abarca tanto la gestión técnica y administrativa del sistema de riegos, como la resolución de conflictos relacionados con el reparto del agua.
Tras esta primera reunión entre Rojales y Guardamar, se ha convocado a otros sindicatos y juzgados de aguas de la Vega Baja y el Baix Vinalopó a un encuentro el próximo 1 de abril en Rojales. El objetivo es sumar esfuerzos para lograr la declaración de BIC Inmaterial y asegurar la conservación de este patrimonio único.