San Fulgencio es uno de los municipios afectados por las devastadoras inundaciones que ha sufrido la Vega Baja. La situación todavía no se ha podido normalizar en la localidad y algunas familias siguen en el albergue, desalojadas de sus viviendas y que han tenido que ser realojadas en otras puesto que el instituto, donde se habilitó el albergue, comienza las clases el lunes.
El equipo de gobierno de San Fulgencio acompañó ayer viernes al conseller de Hacienda y Modelo Económico, Vicent Soler, mientras que el alcalde acudió a la reunión mantenida en Dolores con el presidente e la Generalitat, Ximo Puig. A todos ellos les han pedido medidas urgentes para atajar los problemas del municipio tras el fuerte temporal.
El alcalde, José Sampere, ha explicado que las mayores incidencias se han producido en la carretera N-332 y la mota del río, ya que estas dos hacen de tapón y dificulta la salida del agua por las acequias, anegando todo el municipio.
«En la huerta lo hemos perdido todo y ahora toca restablecer la normalidad en cuanto a salubridad, ya que el agua estancada es un foco de mosquitos y enfermedades», ha asegurado el regidor, quien ha añadido que «necesitamos que la carretera esté en condiciones y también los desagües para que no vuelva a pasar».
Los conselleres y el presidente se han comprometido a que las ayudas se den cuanto antes y poner un muro de contención a esta tragedia que ha asolado la Vega Baja, según ha indicado Sampere.