El Ateneo Socio-Cultural Viento del Pueblo, junto con otros colectivos de Memoria Histórica y relacionadas con el poeta Miguel Hernández, estudia medidas legales contra el Ayuntamiento de Orihuela por la decisión de la concejalía de Cultura, dirigida por el concejal de VOX Gonzalo Montoya, de retirar los 17 vinilos dedicados a Miguel Hernández y con simbología republicana que adornaban una de las paredes del Rincón hernandiano, donde se sitúa la casa museo del poeta y Fundación Cultural.
Los murales fueron colocados en el año 2012, a propuesta del Ateneo Socio-Cultural Viento del Pueblo, un proyecto de Memoria Histórica financiado por el Ministerio de la Presidencia y tiene derechos de autor, por eso, el Ateneo va a consultar servicios jurídicos y van a pedir el expediente en el que Cultura adoptó la decisión.
Los vinilos han sido sustituidos por otros que, según denuncia Viento del Pueblo y otros colectivos, además de grupos de la oposición como PSOE y Cambiemos se alejan de la ideología del poeta atacando y persiguiendo su figura.
Cultura argumenta que estaban deteriorados y el alcalde desconocía la decisión
La concejalía de Cultura ha argumentado que “los nuevos vinilos están diseñados para destacar la vida, la obra y los eventos culturales vinculados a la figura de Miguel Hernández” y que “esta intervención responde a la necesidad de renovar los paneles fotográficos debido a su estado de deterioro”.
Por su parte, el acalde Pepe Vegara del Partido Popular ha manifestado que ha sido una decisión del concejal de Cultura de la que se ha enterado por los medios de comunicación. Gonzalo Montoya «es quien toma la decisión», ha dicho, «dentro de sus competencias». El alcalde ha indicado que todavía no ha tenido ocasión de ver los vinilos ni hablar con el concejal y lo hará en breve.
Respecto a las críticas de los colectivos y la oposición ha señalado que «los carnés de hernandiano no lo reparten los que se creen dueños de la figura de Miguel Hernández. Es de todos para todos y todos tenemos que ser capaces de ser lo suficientemente generosos para entender que en Miguel Hernández cabemos todos».