Finalmente, los niños de LiberTEA, de la asociación de personas con Trastorno del Espectro Autista (TEA), se han quedado fuera de las Escuelas de Verano Municipales en Orihuela. Tras la polémica surgida en torno a su matriculación, parecía que el problema de las plazas para estos niños iba a solucionarse tras reunirse los padres con responsables de las concejalías de Educación y Bienestar Social, además de Oriverano, empresa que gestiona estas escuelas. Recordemos que el contrato del servicio contempla 600 plazas, a razón de 400 para Educación destinadas a niños escolarizados en aulas ordinarias y 200 plazas para Bienestar Social destinada a niños en circunstancias especiales.
En este sentido, la presidenta de Libertea, Cristina Albaladejo, ha reiterado que los niños afectados están en aulas específicas de colegios ordinarios. Pese a las trabas iniciales, Albaladejo ha explicado que en aquella reunión se acordó que Oriverano pondría un monitor más para atender las necesidades de estos niños que después pagaría Libertea. A una semana del inicio de las escuelas de verano se les ha comunicado a los padres que sus hijos no tienen plaza. Ante esta situación, LiberTEA estudia tomar medidas legales.
Por su parte, la edil de Educación, Begoña Cuartero, ha asegurado que en aquella reunión no se acordó la contratación de un monitor más con cargo a LiberTEA, sino que esa opción tenía que pasar por los servicios jurídicos del ayuntamiento, los cuales han desestimado esa posibilidad porque se incumpliría el contrato.
Begoña Cuartero ha hecho hincapié en que su concejalía es muy sensible ante este colectivo y espera que para el próximo año puedan cambiar las condiciones del contrato con una mayor implicación de Bienestar Social al tratarse de programas específicos. De hecho, Cuartero ha indicado que la concejalía de Bienestar Social ha otorgado una subvención a LiberTEA destinada a una escuela de verano.