El director de Cáritas Interparroquial y de la Casa de Acogida de la Caridad en Orihuela, Manuel Sáez, ha reconocido que desde la pandemia ha aumentado considerablemente el número de familias que se acercan a pedirles ayuda. Algo que se ha acentuado todavía más debido a la inflación.
«Muchas de estas personas están trabajando, pero cuando llega la mitad del mes o la tercera semana del mes se les acaba el dinero y no tienen para comer. Ahora mismo lo que más piden son alimentos. Hemos llegado a un punto en el que las parroquias están repartiendo comida para unas 300 familias», asegura el director, quien ha aprovechado para hacer un llamamiento: «Necesitamos mantas, viene el invierno y hay gente que no puede pagar la factura de la luz. Ahora mismo las mantas es lo que más falta nos hace para las personas que vienen a pedirnos ayuda».
Por otro lado, la Casa de Acogida de la Caridad en Orihuela «se encuentra completa y esto no es habitual», insiste Sáez. «Tenemos capacidad para 15 personas aunque siempre dejamos una plaza vacía por si ocurre alguna urgencia, como mujeres víctimas de violencia de género que nos pueden llegar, así que tenemos las 14 plazas disponibles completas».
En esta casa pueden permanecer hasta 3 días si son transeúntes, se les facilita comida y ropa, así como higiene «y después se marchan a albergues o a donde tengan pensado ir, pero de aquí siempre se van con algo pensado». Y luego hay otro tipo de personas que pueden permanecer una semana completa con la finalidad de formarse para poder reinsertarse en la sociedad.