La visita y discurso del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ayer a la desalinizadora de Torrevieja desató polémica por varios motivos, entre ellos que no nombrase el trasvase Tajo Segura como recurso hídrico necesario en esta zona, según pone de manifiesto el presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, que critica que abordar la planificación hidrográfica en base exclusivamente a la desalinización “es un error ecológico, económico, energético y de solidaridad”.
En la misma línea se pronuncia el presidente de la Diputación de Alicante, Toni Pérez, quien recalca además la falta de institucionalidad por parte del Gobierno ya que no invitó al Ayuntamiento de Torrevieja, ni Diputación, ni a la Generalitat, pero tampoco se dejó formular preguntas por parte de los periodistas.
Pero aun más, respecto a esa falta de invitación al ayuntamiento de Torrevieja, les contábamos que su alcalde Eduardo Dolón lamentó no poder abordar con el jefe del ejecutivo las obras pendientes por el Gobierno de España en la ciudad salinera como compensación por la construcción de la desaladora, es decir, la finalización del paseo del Dique de Poniente, el paseo marítimo de Los Náufragos a Ferris y el de la playa del Acequión que llevan más de una década de retraso.
Bien, pues la delegada del Gobierno, Pilar Bernabé, arremetió contra las declaraciones de Dolón porque aseguró es el Ayuntamiento de Torrevieja el que no ha hecho los deberes.
Dolón no tardó en explicar a la subdelegada que ante la falta de respuesta del Gobierno, fue el propio Ayuntamiento de Torrevieja el que se ofreció a redactar y costear el proyecto de terminación de las obras del Dique de Poniente.
Esto por una parte, por otra, Dolón también aclaró lo relativo al proyecto de restitución del barrio del Acequión y la Senda de Los Náufragos hasta Mar Azul y la Senda desde Mar Azul hasta Rocío del Mar.