Las organizaciones empresariales de la provincia, en bloque, han mostrado su apoyo al sector agrario alicantino y en particular al gran acto de protesta y tractorada que ASAJA Alicante, la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA), LA UNIÓ Llauradora i Ramadera, la Coordinadora Campesina del País Valenciano (CCPV-COAG) y la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA-PV), con el apoyo de las Cooperatives Agro-alimentàries de la Comunitat Valenciana llevarán a cabo este viernes 16 de febrero en la provincia de Alicante.
Esta movilización se enmarca en la primera fase de protestas del campo desde tres localizaciones: San Isidro (Vega Baja), Villena (Alto Vinalopó) y Planes (Montaña de Alicante). “El objetivo final es, a partir de la unión del sector agrario valenciano, marcar el camino a seguir hacia soluciones estructurales que se reflejen en mejoras a corto, medio y largo plazo para agricultores y ganaderos, que en el caso de esta provincia se resumen en tres grandes problemas: una profunda crisis de rentabilidad (bajos precios en origen y venta a pérdidas), la falta de infraestructuras hídricas que garanticen el agua de regadío y la competencia desleal de terceros países ante la pasividad de Bruselas”, ha afirmado el presidente de ASAJA Alicante, José Vicente Andreu.
“Desde la Unión Empresarial de la Provincia de Alicante (UEPAL) queremos manifestar todo nuestro apoyo a las justas reivindicaciones planteadas por las asociaciones agrarias, en especial a ASAJA Alicante”. Según indica César Quintanilla, su presidente, “el campo ha dicho basta y cuenta con el apoyo de toda la sociedad”. La Unión Empresarial considera fundamental poner en valor y reconocer el trabajo esencial que realiza la agricultura y ganadería para nuestra economía, para la sostenibilidad alimentaria y medioambiental. “Tienen toda la razón cuando piden la reciprocidad en los cumplimientos fitosanitarios, medioambientales y laborales en las importaciones, pues tienen que hacer frente a una competencia desleal que pone en riesgo la seguridad alimentaria de toda la sociedad”.
Por su parte, Joaquín Pérez, presidente de CEV Alicante, ha mostrado su contundente apoyo a las demandas que agricultores y ganaderos llevan tiempo realizando, “orientadas a asegurar la supervivencia de un sector estratégico desde un punto de vista social y económico”. Según ha expresado, “el campo no puede seguir aguantando el incremento de costes, la excesiva regulación y burocracia o las limitaciones impuestas en Europa por la Política Agraria Común (PAC)”.
“Desde la Cámara de Comercio apoyamos las reivindicaciones y la protesta de las organizaciones agrarias valencianas y pedimos a las administraciones que los escuchen y les atiendan”, ha aseverado el presidente de la entidad cameral, Carlos Baño, quien ha enfatizado que se trata de un sector especialmente perjudicado y hay miles de familias que dependen de él. Además, ha hecho hincapié en los problemas fitosanitarios y la competencia desleal que sufren los productores. “Pedimos a la administración que tome medidas inminentes, estamos en un momento crítico y tiene que ser ahora o nunca. La agricultura es la que nos alimenta a los españoles y a los europeos, por lo que las soluciones deben ser urgentes y drásticas; es ahora o nunca”.
Por último, el presidente del Instituto de Estudios Económicos de la Provincia de Alicante (INECA), Nacho Amirola, se ha sumado a este SOS del campo resaltando que el sector agroalimentario alicantino tiene un peso estratégico vital tanto en España como en la Unión Europea, pues “la Huerta de Europa nos permite contar con la tan preciada soberanía alimentaria”. Además, ha destacado que en esta provincia genera más de 20.000 empleos y una parte muy relevante de nuestro PIB. Amirola ha remarcado “la necesidad de empatizar con los agricultores y ganaderos, que son los responsables de la gran eficiencia que tiene este sector en Alicante”.
Para finalizar, todas las entidades mencionadas han coincidido en la importancia de luchar por los aportes del Trasvase Tajo-Segura y Júcar Vinalopó, así como en acometer obras hidráulicas urgentes que no solo repercutirán en el sector primario, sino que tendrán un efecto directo y multiplicador en todos los sectores económicos de la provincia.