El día de Todos los Santos en la Vega Baja tiene muchas tradiciones arraigadas y distintas en cada uno de los veintisiete municipios que componen la comarca. Entre ellas, destaca la costumbre de visitar a los difuntos en el cementerio mientras escuchamos el Canto de los Auroros.
En la comarca existen veintidós municipios que comparten este patrimonio inmaterial de gran valor cultural, salves que se han transmitido de forma oral y de generación en generación. Estos cantos tan peculiares los promovieron los Dominicos en el siglo XVI y, desde hace unos 170 años, los Auroros de ‘La Cruz’ del Raiguero de Bonanza entonan los cantos de la Aurora, consuelan a los familiares, reconfortan a los presentes y, sobre todo, ruegan a la Virgen María por todos los difuntos en su visita al camposanto oriolano.
Tomás Sánchez, componente de la Junta Directiva y uno de los miembros cantores, nos explica que los cantos de la Aurora están separados en cuatro ciclos litúrgicos: de pasión, ordinario, de difuntos y de Navidad. Estos se realizan con dos coros que se alternan, turnan las estrofas y su único instrumento musical de acompañamiento utilizado es el de una campana de mano, de uso exclusivo de uno de los componentes del grupo.
Este año, siguiendo la tradición, el punto de inicio será la capilla del cementerio de Orihuela a las 11:00 horas para continuar así con diez cantos más en cinco estilos diferentes por distintos puntos del cementerio.