Agentes de la Policía Nacional de Murcia y Alicante han procedido a la desarticulación de una organización criminal relacionada con la mafia albanesa, por los supuestos delitos de tráfico de drogas y falsedad documental, cuando pretendían instalarse de forma permanente en esta zona del levante español, alquilando diferentes viviendas con documentación falsa para la financiación de su principal actividad delictiva, el tráfico de seres humanos para su explotación sexual.
La investigación policial derivó en la entrada y registro de dos inmuebles situados en las localidades alicantinas de Busot y Orihuela Costa localizándose en una de ellas una plantación de marihuana y diverso material para su conservación y mantenimiento, mientras que la otra vivienda estaría siendo preparada para la instalación de una gran plantación.
La investigación desarrollada por los agentes especializados de la Policía Nacional sobre esta organización criminal asentada en la provincia de Alicante y con la pretensión de expandirse a la Región de Murcia, detectó la presencia de una mujer integrante de la organización en un conocido Centro de Negocios de la ciudad de Murcia, cuando se disponía a cerrar un acuerdo con agentes inmobiliarios para el alquiler de viviendas en zonas costeras de Murcia y Alicante.
Instalación de grandes plantaciones de marihuana tipo «indoor»
La organización criminal localizaba y alquilaba viviendas y chalets de grandes dimensiones aportando documentación falsa como nóminas, contratos laborales y documentos de identidad, con el objetivo de instalar grandes plantaciones de marihuana tipo “indoor” que producían cuatro cosechas al año, distribuyendo las sustancias a nivel internacional con ingentes beneficios, para financiar así la principal labor de la organización, el tráfico de seres humanos para su explotación sexual.
Los detenidos actuaban de forma concertada y jerarquizada, repartiendo sus funciones y con diferentes niveles de especialización, contando con conductores, localizadores de viviendas en zonas aisladas, vigilantes, instaladores y también con hombres de seguridad a los que denominaban “los soldados”.
Los cinco detenidos pasaron a disposición de Juzgados de Guardia de Murcia y Alicante, decretando el inmediato ingreso en prisión de los dos principales responsables del entramado criminal.