El campo alicanto se está viendo amenazado ante la falta de mano de obra para la presente campaña por ausencia de temporeros como consecuencia de la crisis del coronavirus y por la falta de coordinación entre los diferentes países de la Unión Europea o los que provenían del norte de África ante la libre circulación de estos trabajadores que no pueden salir de sus países de origen por las medidas aplicadas para la contención de la pandemia.
En la Vega Baja, el sector citrícola también alerta que teme el éxodo masivo de las cuadrillas a la fruta de hueso de Murcia, que arranca en unos días y con las que ya tienen apalabrados los contratos laborales. Ante esta situación, los agricultores alertan que si no se permite la entrada de los temporeros al país o no se promueve la búsqueda de personas que quieran trabajar en el campo, es posible que se quede sin recolectar y se eche a perder el 40% de la cosecha. Otra solución que proponen es hacer un llamamiento a todas aquellas personas que se hayan quedado en el paro por esta crisis, facilitando algún tipo de sistema que permita compatibilizar estar acogido a un ERTE y no perder la prestación por trabajar en el campo.
Un problema que necesita una rápida solución para que no se produzca el temido “efecto embudo” en el sector agrario, quedándose millones de frutas y hortalizas en los árboles por falta de mano de obra, en un momento de crisis sanitaria donde la alimentación es un pilar que no puede fallar.