La Guardia Civil de Alicante ha detenido en Redován a dos mujeres y a un hombre (45, 27, 31), todos españoles y de la misma familia, como presuntos autores de un delito de tráfico de drogas. Se dedicaban a la venta al menudeo en una zona residencial del municipio, hasta donde acudían adictos de poblaciones de los alrededores.
Los vecinos de una zona residencial del Redován vieron alterada la tranquilidad de su barrio, a principios de año, cuando un hombre comenzó a vender droga en plena vía pública, al lado de sus viviendas, causando un efecto llamada a drogodependientes, que se desplazaban desde Orihuela, Callosa de Segura o La Campaneta, para obtener una dosis.
La Guardia Civil dispuso, de inmediato, a varios agentes para llevar a cabo las investigaciones, que se tornaron complicadas debido a los medios de seguridad que había instalados en las dos viviendas que tenía la familia. Se trataba de unas cámaras cruzadas de video-vigilancia, controladas por las dos mujeres, y que apuntaban a las entradas de ambas casas, y así poder supervisar el intercambio de droga. La seguridad se completaba con paseos a pie, y rutas en coche para descartar que estuvieran siendo observados.
Quizá esta vigilancia extrema les hizo ser tan confiados, que hubo veces en las que abandonaron cualquier tipo de discreción, para permitir que se hicieran colas de vehículos en la puerta de la casa para recoger la droga pedida previamente desde su móvil, creando así una especie de autoservicio de droga que los investigadores calificaron como “drogauto”.
Una vez se autorizó el registro en las dos viviendas, se descubrió que esta familia, cuyos miembros carecían de trabajo remunerado, e incluso podrían haber recibido ayudas sociales, escondía 21.865 euros por diferentes escondrijos. También incautaron dosis de cocaína dispuestas para la venta, y material para envolver, precintar y manipular la droga.
Tras pasar a disposición judicial, todos han quedado en libertad con cargos.