La desgracia azotó este miércoles a una familia belga que estaba pasando sus vacaciones en un chalé de Ciudad Quesada (Rojales). En torno a las 17:50 se alertaba al CICU de que un pequeño de cinco años había caído a la piscina y mostraba síntomas de ahogamiento. A su llegada el personal sanitario le practicó maniobras de reanimación durante casi una hora pero no pudieron hacer nada por salvarle la vida confirmándose la trágica noticia.
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