La Guardia Civil ha desarticulado una organización criminal dedicada a introducir hachís en España por vía marítima, procedente del norte de África a través de costas alicantinas, entre ellas algunas playas de la Vega Baja.
Las investigaciones de esta operación, llamada «Uleyla y Mar 21» comenzaron hace un año, cuando la Guardia Civil tuvo conocimiento de una posible botadura de una embarcación de alta velocidad, de las que habitualmente utilizan las bandas narcotraficantes, desde las costas norteafricanas con destino a un puerto de la costa de Alicante. Esto puso a los agentes tras la pista de dos empleados de un puerto deportivo alicantino, que según se ha podido constatar, ofrecían seguridad a la organización aprovechando su jornada laboral.
Durante una botadura de una narcolancha en un puerto deportivo en Guardamar del Segura, los presuntos autores que estaban siendo vigilados huyeron en un vehículo a toda velocidad, arrasando con el vallado de las instalaciones y dañando varios vehículos estacionados en la zona. En junio de 2021, los investigadores interceptaron un tráiler equipado con un doble fondo, al que se accedía mediante un sofisticado sistema hidráulico de apertura. Días después, se logró frustrar una nueva botadura de otra narcolancha que la banda pretendía llevar a cabo en la playa de El Pinet, en La Marina. También se impidieron dos alijos en playas de Almería.
Tras varios meses de investigaciones, se ha llevado a cabo la última fase de explotación de estas dos operaciones. Se ha detenido a 26 personas en las provincias de Almería, Alicante y Murcia. En la Vega Baja, se han producido detenciones en Torrevieja, Guardamar del Segura y Orihuela.
Se han realizado nueve registros en la provincia de Almería, en el marco de esta operación, donde han sido intervenidos 30.000 euros, dos vehículos, dos embarcaciones, tres armas de fuego cortas con numerosa munición, tres pistolas eléctricas tipo Taser, un fusil de asalto AK municionado, dos hélices para motores náuticos de alta potencia y numerosos dispositivos de navegación y comunicación por satélite. Además se han incautado 1.500 kilogramos de hachís, varias dosis de cocaína y los elementos necesarios para la preparación y venta al menudeo de la droga.
La banda creó un entramado empresarial para blanquear dinero
Paralelamente a la investigación por narcotráfico y organización criminal se desarrolló una investigación patrimonial, obteniendo multitud de indicios que vincula a la organización con el delito de blanqueo de capitales. En mayo de este año se dieron por finalizadas sendas operaciones con la fiscalización de 236 cuentas bancarias. La banda creó un entramado empresarial, adquiriendo empresas solventes. Después, bajo el nombre de ellas, adquirían bienes para el uso de la actividad criminal. El dinero que obtenían con la actividad ilícita era exportado a paraísos fiscales mediante pagarés millonarios, sirviéndose de testaferros o incluso de sus propios familiares. Posteriormente, el dinero era blanqueado invirtiendo en Fundaciones en Sudamérica, dificultando así el rastro económico.