El pasado 17 de agosto, una integrante de la Asociación en Defensa de los Animales de Torrevieja denunció ante la Guardia Civil un delito de maltrato animal sucedido en la localidad. La integrante de la asociación recibió la llamada de un conciudadano avisando de la situación de un perro que se encontraba atado en la azotea de una vivienda sin comida ni agua.
La asociación se puso en contacto con el Ayuntamiento, concretamente con la concejala de Protección Animal, Concha Sala, que hizo lo propio e informó a la Policía Local del municipio. Un día después, una patrulla se acercó al domicilio donde se encontraba el perro para entrevistarse con el propietario de la vivienda, que confirmó a los agentes que estaba “todo bien”.
Finalmente, el perro falleció y actualmente su cuerpo, en custodia del Ayuntamiento, no ha sido incinerado para poder esclarecer la causa de su muerte. El informe policial se encuentra en atestados y la concejala espera la resolución «para poder eludir responsabilidades ante este suceso poco habitual en Torrevieja».
Desde la Asociación en Defensa de los Animales de Torrevieja sostienen que «el fallo ha sido del sistema porque ni la Policía ni el Ayuntamiento ha hecho todo lo que podría haber hecho, en este caso el problema ha sido que el protocolo no se ha llevado a cabo correctamente».