A continuación les ofrecemos el artículo de Opinión de Begoña Cuartero Alonso, ex concejal de Educación Secretaria General PP Orihuela y Docente:
Nuevas murallas para la Vega Baja
El pasado sábado 18 de enero asistimos en Orihuela a una masiva manifestación en contra de la aplicación de la Ley del Plurilingüismo (Ley 4/2018) que afectará a todos aquellos alumnos/as que estudien los cursos de ESO, Bachiller y FP el próximo curso. Les afectará a ellos, pero también a sus padres. Porque serán estos últimos, a través de sus hijos, los primeros en descubrir a la primera víctima de esta ley: la calidad educativa. ¿Se acuerdan ustedes de ese motivado profesor de Física que hacía que la Ciencia les pareciese un código imposible de descifrar? Pues ahora imagínense esa misma clase y a ese mismo profesor pero hablando y examinando a sus hijos en una lengua que no dominan. En este caso, el Valenciano. Con esta nueva ley que Vincent Marzà trata de imponer, los alumnos/as de cualquier centro de la Vega Baja donde se impartan los mencionados cursos, tendrán que enfrentarse a clases de Matemáticas, Física, Biología y otras materias en una lengua que, simple y llanamente, no hablan. ¡Bravo, Vincent!. ¡Bravo!.
El plan del conseller no solo está en contra de uno de los principios básicos de la Educación, ese que dice que profesor y alumno deben comunicarse en una lengua que ambos conocen. También es un plan estratégico, ya que el conseller conoce el poder unificador de las lenguas para su modelo único valenciano, y con este plan el Gobierno del Botànic trata de eliminar la exención lingüística en los centros educativos de las zonas castellano hablantes. En otras palabras, nadie querrá ser exento en la asignatura de valenciano porque todos los alumnos necesitarán aprender valenciano si quieren aprobar las asignaturas que se impartirán en valenciano. ¿Ven ustedes cuáles son sus objetivos?.
Bajo el falso paraguas del Plurilingüismo y con un injusto y nada pedagógico Plan de Normalización Lingüística, el conseller quita el derecho a las familias de poder elegir la educación que quieren para sus hijos. Su ley pretende obligar la enseñanza de asignaturas no lingüísticas en una lengua distinta a la materna, lo que conlleva un efecto negativo en el aprendizaje del alumno/a y que se verá reflejado en los resultados académicos. La misma UNESCO recomienda que las políticas educativas deberían reconocer la importancia de la enseñanza en la lengua hablada en el hogar.
De lo que Vincent Marzà no se da cuenta es de que por culpa de su ley, no sólo se bajará la calidad educativa de la Vega Baja, sino también de la Comunidad Valenciana. Cuando ya un 26,5 % de los estudiantes de 15 años de la Comunidad Valenciana (resultados PISA 2018) se sitúan en el nivel 1 de Matemáticas (nivel de bajo rendimiento) y en Ciencias solo un 0,2 % de los valencianos llegan al nivel 6 de PISA (que supone completar con éxito los elementos más difíciles de la prueba), ahora añadamos también que las zonas castellano hablantes tendrán que recibir esas clases en Valenciano. ¿Ustedes que opinan? Lo único que preocupa a Marzà en estos momentos es su modelo único valenciano. El conseller es el máximo responsable de la educación en nuestra comunidad, ¿no debería por tanto estar trabajando en cómo mejorar estos bajísimos niveles en lugar de crear, gastar e imponer tantos programas de políticas lingüísticas?.
En unos tiempos en los que sobran muros y en los que la intransigencia se hace patente a pie de calle mediante nacionalismos exacerbados (e incluso separatismos), ahora el conseller de Educación crea una nueva muralla: la muralla lingüística en la Comarca de la Vega Baja. Quedaría aislada por Norte y Sur. Perderemos alumnado de Murcia que nos llega debido a la cercanía (Beniel, Santomera, Abanilla…), y se crearía discriminación y desventajas hacia el alumnado castellano hablante frente a los valenciano parlantes , ya que estos últimos sí podrán estudiar en su lengua materna.
A través de una política de persuasión Marzà pretende conseguir el compromiso de la comunidad educativa castellano hablante para empezar por un 25% de asignaturas no lingüísticas vehiculadas en valenciano. Pero su visita a Orihuela hace unos meses, disfrazado de una tolerancia excesiva con su ley y dejando ver a los equipos directivos que iba a ser flexible con los Proyectos Lingüísticos de Centro, solo ha logrado más hostilidad en la Vega Baja, pues no ha convencido su engaño a ningún sector (padres/madres, docentes y alumnado).
Señor Conseller, si verdaderamente quiere ser permisivo y flexible con la Vega Baja, modifique su ley y reconozca de una vez por todas la diversidad sociolingüística de la Comunidad Valenciana. Y lo más importante, respete la lengua materna en las aulas para un eficaz aprendizaje. Deje atrás su modelo único valenciano y no niegue el derecho que tienen las familias de poder elegir. Y si no quiere ser permisivo y flexible… hágalo igualmente. Per favor.
Begoña Cuartero Alonso
Ex concejal de Educación Secretaria General PP Orihuela y Docente