Como casi todo el mundo sabe, el jueves de la semana pasada quedaron aprobados los presupuestos generales del estado con el apoyo de Partido Socialista, ya no diré Español, Unidas Podemos, ERC, PNV, Bildu, PDeCAT, Más País, Coalición Canaria, los de Compromís y el Partido Regionalista de Revilla.
Ya sabemos que la provincia de Alicante ha sido, una vez más, discriminada y relegada al furgón de cola de las inversiones del estado. ¿Por qué?, pues habrá que preguntar a Pedro Sánchez y a sus socios el porqué.
¿Cómo se entiende que la provincia de Alicante, que es la quinta en aportar fondos a las arcas del estado tenga que ver cómo se queda la última en las inversiones de los presupuestos?
Y todo ello, con el apoyo de los diputados socialistas de la Comunidad Valenciana de Ximo Puig, de Compromís y de Podemos. Es una vergüenza que se llamen representantes de nuestro territorio aquellos que han facilitado la tarea de seguir enriqueciendo a los separatistas a costa de nuestro empobrecimiento. Pero Ximo Puig está contento y satisfecho, y callado, porque se ha llevado a Sagunto la planta de baterías.
Las buenas carreteras, los mejores trenes de cercanías, las mejores infraestructuras para garantizar el progreso y trabajo para los ciudadanos se van a la tierra de los que practican el chantaje. Cataluña y el País Vasco, que son las regiones ricas de España, todavía lo serán más. 384 millones de euros para la zona del Maresme por la cesión de la Nacional II, 250 millones para la conectividad de la AP7 y la AP2 y 260 millones más para actuaciones en el eje pirenaico. Estas son algunas de las inversiones que se incorporaron a los presupuestos a última hora como condición para su aprobación.
Por su parte, Iñigo Errejón, de Más País, quitó 20 millones que había destinados para la cuenca del Ebro y para Extremadura, para dárselos a Baleares.
Mientras que todo eso ocurre, nuestros dirigentes de Valencia se afanan en hacer como que esto no va con ellos porque son cosas de política de Estado que nosotros no alcanzamos a comprender. El pobre Pedro Sánchez hace cosas que no quiere la mayoría de gente, pero es tanta su responsabilidad de estado que le da igual lo que pensemos los que no somos separatistas ni nacionalistas y que somos la mayoría de españoles.
«Carlos González, alcalde socialista de Elche, votó en su pleno en contra de estos presupuestos. Esto sería totalmente imposible con Carolina Gracia, que a buen seguro, defendería lo indefendible».
El gobierno municipal de Elche, liderado por el socialista Carlos González, y que es un gran valedor de su ayuntamiento ante cualquier frente, reclamando todo lo que cree que es bueno para su ciudad, votó en su pleno en contra de estos presupuestos. Esto sería totalmente imposible con Carolina Gracia, que a buen seguro, defendería lo indefendible. Hace poco supimos que ni tan siquiera había presentado alegaciones contra la macroplanta fotovoltaica de Rojalinda, o que tampoco ha hecho presupuestos, o que tampoco ha hecho nada más con Cala Mosca salvo la reunión que hizo hace ya un mes y medio.
A buen seguro que nuestra dirigente local, por la gracia de Cambiemos, no tiene nada que objetar a las últimas normas que nos llegan desde la lejana Valencia, como es la exigencia del nivel C1 de valenciano a los nuevos funcionarios de alto rango A1 y A2 o la imposición de la Tasa Turística.
Estos son los asuntos que de verdad ocupan a nuestros dirigentes valencianos y que se preocupan de que lleguen a Alicante, más impuestos y más idioma valenciano.