La pandemia que desde inicios de año está sufriendo la humanidad ha servido para dar un acelerón respecto a la utilización de medios telemáticos en nuestro día a día. Desde encuentros con amigos y familiares, pasando por reuniones del ámbito laboral y desde luego el ya famoso “teletrabajo” han llegado para quedarse con la finalidad de mantener la distancia social.
Los poderes públicos deberían ser un ejemplo a la hora de facilitar que los trámites que los ciudadanos nos vemos en la obligación de realizar frente a ellos se puedan hacer a través de la conocida como administración electrónica.
A la Dirección Territorial de Educación han llegado diversas quejas de las Escuelas Oficiales de Idiomas
Pero ni por estar ya en el siglo XXI, ni por encontrarnos en medio de una pandemia mundial que exige reducir al máximo las reuniones de todo tipo, la Conselleria de Educación está contribuyendo a facilitar la digitalización en sus trámites.
En los últimos días a la Dirección Territorial de Educación han llegado diversas quejas de las Escuelas Oficiales de Idiomas por no permitir que los Certificados Oficiales que están enviando por correo electrónico a los alumnos que los solicitan sean válidos ante la propia Conselleria. Esto está obligando a que los alumnos tengan que acudir físicamente a los centros educativos y posteriormente trasladarse a un Registro para conseguir que le compulsen estos documentos y que así tengan validez ante Conselleria.
Todo un despropósito en una situación en la que las restricciones de la propia Generalitat Valenciana dirigidas a limitar los encuentros sociales y la movilidad van en aumento. Más aún cuando se trata de un ente como es una EOI que es de carácter público y dependiente de la misma Conselleria.
Los dirigentes políticos deberían reflexionar debido a que no sólo se está poniendo en peligro la salud de las personas sino que estos hechos transmiten a la sociedad una imagen propia del siglo XX ya que la propia administración te está pidiendo unos documentos de los que ya dispone. Acabar con el Coronavirus es cosa de todos y reducir al máximo la necesidad de acudir a una ventanilla para que nos atienda un funcionario también puede salvar vidas.