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Medio Ambiente ha colocado feromonas capaces de atrapar a los machos y así reducir la probabilidad de encuentros con las hembras y conseguir que haya menos puestas y menos orugas en el futuro
La Concejalía de Medio Ambiente ha colocado esta semana en las distintas pinadas de Orihuela unas 25 trampas de feromonas capaces de atrapar a los machos de las procesionarias. Las trampas se han colocado en zonas estratégicas donde se ha detectado un mayor número de incidencias por orugas entre los meses de enero y febrero. De esta forma, capturando a los machos se consigue que la probabilidad de encuentros con las hembras se reduzca y, por tanto, que haya menos puestas y menos nidos de orugas en el futuro.
No emplea productos químicos nocivos
Este método de control biológico no utiliza productos químicos nocivos y estará operativo entre junio y septiembre. Conforme avance el tiempo se analizarán los resultados de las capturas realizadas y se podrá obtener un gráfico que puede indicar qué momento es más adecuado para iniciar los tratamientos fitosanitarios en otoño. La procesionaria ataca a los árboles provocando la defoliación de los pinos y una disminución en su crecimiento, los debilita y los hace proclives para el ataque de otras plagas, asimismo provoca reacciones en personas y animales produciendo irritación en la piel, ojos y nariz.
El concejal de Medio Ambiente, Dámaso Aparicio, ha indicado que están trabajando para controlar las plagas de procesionarias y de mosquitos. El edil del área también ha indicado que la Conselleria debería plantearse nuevos criterios de reparto en la convocatoria de subvenciones porque Orihuela invierte unos 70.000 euros al año en la lucha contra los mosquitos y, según Aparicio, “no es de recibo” que a Orihuela llegue solo una subvención de alrededor de 600 euros.