El Tribunal Supremo ha confirmado la condena de ocho años de prisión a un hombre de origen ruso por intentar matar a su mujer, de la misma nacionalidad, en Orihuela Costa, quebrantando el acusado la orden de alejamiento que tenía sobre la víctima.
La Sala de lo Penal ha dictado una sentencia que rechaza el recurso del condenado contra la resolución del Tribunal Superior de la Comunidad Valenciana, a su vez ratificada por la Audiencia de Alicante, por un delito de homicidio en grado de tentativa con la agravante de parentesco, además de quebrantamiento de medida cautelar.
El Alto Tribunal ratifica e impone el pago de una indemnización de alrededor de 28.000 euros por los daños causados, así como la prohibición de acercarse o comunicarse con la víctima durante 14 años.
El hombre la golpeó y clavó un punzón en el pecho y utilizó guantes de látex para «no dejar huella»
Los hechos ocurrieron el 30 de abril de 2019 cuando el acusado, de 56 años, incumplió la orden de alejamiento que pesaba contra él, dictada por el Juzgado de Violencia sobre la Mujer de Torrevieja, y se dirigió hasta la urbanización en la que su esposa había estacionado su vehículo. Él la sorprendió y la introdujo en el vehículo y le pidió que condujera hasta llegar a un lugar más alejado. Allí trató de convencerla para que retirase la denuncia interpuesta por malos tratos a lo que ella se negó. En ese momento se inició una fuerte discusión por los trámites de divorcio en los que se encontraban y el hombre, que llevaba guantes de látex para «no dejar huella», le propinó un fuerte golpe en el cuello y clavó un punzón metálico en el pecho. Además, en el forcejeo por defenderse la mujer, esta sufrió varias heridas.
La víctima consiguió salir del vehículo, pero su agresor la alcanzó y comenzó a golpearla contra la pared. En ese momento, un hombre que se encontraba en las inmediaciones del lugar escuchó las voces de la mujer y acudió en su auxilio. El acusado entonces emprendió una huida.
Una vez detenido, el acusado negó los hechos y declaró en el juicio que fue la mujer quien lo citó para hablar de los hijos y quien sacó el punzón con el que se autolesionó.
Pero el Tribunal Supremo destaca que la declaración de la víctima es «contundente y creíble» y que el resultado de los informes médicos «descarta por completo la existencia de la autolesión».