La Guardia Civil de la Región de Murcia, en el marco de la operación ‘Persea’, ha desarticulado un grupo delictivo asentado en la comarca de la Vega Baja, especializado en la sustracción de vehículos que actuaba en Murcia y Alicante y al que se le atribuye la comisión de más de un centenar de robos.
Hasta el momento, la Benemérita ha detenido a dos de los integrantes del grupo delictivo como presuntos autores de los delitos de sustracción de vehículo y falsedad documental, por el uso de placas de matrícula ‘dobladas’.
Hasta el momento han sido detenidos dos de los integrantes del grupo delictivo, especializado en la sustracción de Citroën C15 y Peugeot 205, muy cotizados en el mercado ilícito del Norte de África (Marruecos y Mauritania), países de destino de los vehículos sustraídos por este entramado delincuencial.
La actividad ilícita iniciaba de forma coordinada y estructurada cuando los integrantes del grupo delictivo batían localidades y pedanías rurales en donde es más frecuente la presencia de este tipo de automóviles. Una vez localizados iniciaban una vigilancia sobre sus propietarios para materializar la sustracción con ciertas garantías de no ser detectados y trasladaban los vehículos hasta unas naves industriales de las localidades de la provincia como Catral donde quedaban ocultos.
El primer análisis de la información obtenida durante la investigación ha permitido constatar que el grupo delictivo se encuentra tras la presunta autoría de 115 delitos de sustracción de vehículos cometidos en la región de Murcia y la provincia de Alicante, y en lo que respecta a la Vega Baja en los municipios de Orihuela, Cox, Bigastro y Catral.
Los detenidos –marroquíes, de 56 y 37 años, residentes en Murcia y Crevillente y con antecedentes por hechos delictivos similares– y las diligencias instruidas han sido puestos a disposición del Juzgado de Instrucción de Murcia.