A pocas horas de la procesión del Santo Entierro en el día grande para el Caballero Cubierto de la Semana Santa de Orihuela, hablamos con quien este 2024 tiene el honor de representar este cargo: Antonio Martínez-Canales Murcia.
El Caballero Cubierto es un cargo designado anualmente por el Ayuntamiento de Orihuela y que cada año recae sobre una persona con una importante vinculación a la Semana Santa y a las tradiciones de la ciudad. «Mis primeros recuerdos de la Semana Santa oriolana se remontan a mi niñez, tenía unos cuatro años y recuerdo jugar a tocar el tambor con la chistera de mi padre, desde entonces he estado muy involucrado en la Semana Santa de Orihuela y he intentado transmitirle el mismo sentimiento a mis hijos y a mi entorno», explica Antonio, emocionado «por la alegría y la ilusión con la que mi mujer Margarita y mis hijos Antonio y Álvaro están viviendo esta Semana Santa tan especial para nosotros».
El 30 de enero de 2024, el alcalde de Orihuela, Pepe Vegara, hizo público y oficial el nombramiento de Antonio como Caballero Cubierto y, desde entonces, su agenda ha estado repleta de actividades: «Están siendo dos meses muy intensos, la Cuaresma en Orihuela se vive intensamente pero estoy encantado de poder vivir la Semana Santa desde esta posición, estoy muy agradecido», indica el Caballero Cubierto quien confiesa que esta experiencia «también me ha permitido conocer a gente maravillosa que no había tenido ocasión de compartir tiempo con ellos y es espectacular el cariño que te transmite la gente».
Martínez-Canales asegura que ya lo tiene todo preparado para esta tarde: «El traje con el frac ya está listo y la chistera también, en la Hermandad de los Pilares es tradición, cuando nombran a algún miembro Caballero Cubierto, regalársela y me la entregaron el Sábado de Pasión, donde ya me hicieron probármela».
Antonio, como Caballero Cubierto, tendrá esta tarde el privilegio de portar el estandarte que abre la procesión del Santo Entierro y de no quitarse la chistera cuando pasen por el interior de la Catedral: «La bandera no pesa, ya lo probé el día de mi nombramiento público, es más grande el peso de la responsabilidad que supone portarla con mis manos, de representar a la ciudad que quiero con locura, estoy emocionado, agradecido y siempre estaré en deuda con Orihuela ante tal nombramiento».